Hay tres líneas maestras para que florezca un niño tirano: tiene que consentirle todo, no decirle nunca que no a ninguna de sus demandas y doblegarse siempre a sus caprichos.
A nuestro aprendiz de tirano le habremos transmitido de mil maneras el mensaje contrario del que debiera haber escuchado. Le habremos dicho y le habremos hecho entender que él es el centro del mundo, el ombligo del universo.
He aquí algunos de los errores que los padres pueden cometer en la educación del hijo tirano:
A nuestro aprendiz de tirano le habremos transmitido de mil maneras el mensaje contrario del que debiera haber escuchado. Le habremos dicho y le habremos hecho entender que él es el centro del mundo, el ombligo del universo.
He aquí algunos de los errores que los padres pueden cometer en la educación del hijo tirano:
Tienen diferencias (importantes) en el estilo educativo que practica cada uno de ellos.
-Uno de los padres puede crear una alianza con el niño tirano en contra del otro
(iBuscad el cómplice! acostumbro a decir en estos casos).
-Hay una ausencia de límites educativos y de figuras que representen una mínima autoridad.
-Pueden ser padres con miedo a mantener una actitud educativa firme debido a que padecieron
malas experiencias durante su propia educación familiar.
-La educación puede estar en manos de los abuelos o de otras personas que en general son más laxos al imponer disciplina.
-Uno de los padres puede crear una alianza con el niño tirano en contra del otro
(iBuscad el cómplice! acostumbro a decir en estos casos).
-Hay una ausencia de límites educativos y de figuras que representen una mínima autoridad.
-Pueden ser padres con miedo a mantener una actitud educativa firme debido a que padecieron
malas experiencias durante su propia educación familiar.
-La educación puede estar en manos de los abuelos o de otras personas que en general son más laxos al imponer disciplina.
A modo de conclusión, piense que la prevención de la tiranía del niño empieza ya enlos primeros días de la vida del menor, cuando los padres le dicen a su querido vástagolas veces que haga falta: «Cariño mío, esto no se toca, esto no se dice, esto no se hace . No tema decir no las veces que haga falta.
Dr. Paulino Castells
(Tenemos que educar, Ed. Península. Hem d'educar)
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