¿Por qué hay personas a las que les resulta tan difícil aprender un segundo idioma, o se les resisten los números? ¿Por qué hay gente que dice no valer para estudiar, para hacer trabajos manuales o para hablar en público, pero en cambio sí valen para hacer otras cosas? Quizás las estrategias que emplean para aprender estas habilidades que se les resisten, no sean las más correctas.
Con frecuencia nuestros principales obstáculos son nuestras propias ideas, percepciones y actitudes mentales. Entre los factores que influyen en nuestro aprendizaje están las creencias que hemos elaborado sobre nuestra propia capacidad de aprender. Las personas que creen en sus capacidades, tienen mayor confianza en sí mismas y buscan los recursos para lograr sus objetivos, mientras que las que niegan sus capacidades , se reafirman en esta creencia, reduciendo su esfuerzo y generalmente descartan los objetivos, por considerarlos inalcanzables. Cuando se sostienen creencias limitadoras, se crean barreras y obstáculos que respaldan estas mismas creencias, estableciéndose de este modo limitaciones verdaderas.
El secreto está en descubrir de qué manera nos es más fácil aprender a adquirir una habilidad o conocimiento. No todos somos iguales y se trata de descubrir sistemas y estrategias que particularmente, nos ayuden a aprender a aprender.
Lo primero que debemos hacer es desaprender. Olvidarnos de nuestros tópicos limitadores que nos hemos creado o nos han inculcado desde la infancia y sustituirlos por otras ideas que predispongan a potenciar nuestra capacidad de aprendizaje.
Disposición interna positiva
El proceso de desaprender implica la disposición a ver el aprendizaje con una actitud positiva. Debemos sustituir la idea de aprender como sinónimo de sacrificio, dificultad, complicación y posibilidad de fracaso, por la de que es “factible y posible” y que representa un enriquecimiento personal y de mejora. Cuando alguien aprende una materia o habilidad nueva, algo cambia en su interior. Ya no es el mismo y su comportamiento y acciones futuras se ven enriquecidas por este nuevo activo que posee.
Entorno
Un entorno propicio nos facilitará las cosas. Las condiciones externas como iluminación, asiento, temperatura y ambiente, son importantes. Hemos de observar que material necesitamos y cuál nos resulta más "inspirador". A mi por ejemplo para escribir notas preciso de un bolígrafo tipo Roller, no sé porqué pero mi letra fluye más deprisa, resulta más bonita y me inspiro mucho mejor. Intenta recordar en qué momentos, dónde y cómo has conseguido buenos resultados anteriormente, aprendiendo otra materia y aplícalos para iniciar este nuevo aprendizaje. Sentarse de igual forma o evocar una canción que te recuerda aquellos momentos en que estabas pletórico, pueden servirte para establecer un clima facilitador.
Ponerle los cinco sentidos
Recogemos la información del mundo exterior a través de los sentidos y éstos conectan con el cerebro a través de vías nerviosas. Esta red ínterconectada es un conjunto capaz de entender, almacenar, buscar y utilizar información. Todas las partes de este sistema holístico están comunicadas unas con otras en todo momento y el estado de cada una de ellas afecta a las demás. Hasta hoy se ha dado un papel predominante en el aprendizaje al hemisferio izquierdo, el cual es el responsable del pensamiento científico, analítico y racional, relegando a un segundo término al hemisferio derecho que utiliza otros mecanismos distintos para analizar los pensamientos. Especializado en sensaciones, sentimientos y habilidades intuitivas y creativas, el hemisferio derecho, tiene un papel clave en la plasticidad de la mente humana y en la capacidad para cambiar pautas y hábitos de pensamiento. Ejercitar las habilidades del hemisferio derecho, nos permitirá aprender de forma global, potenciando la sinergia de ambos hemisferios y aumentando la elasticidad de nuestro cerebro, el cual actúa como un músculo y cuanto más aprendemos mayor es nuestra capacidad para aprender.
La utilización de colores, la música, imágenes, símbolos, mapas o diagramas, estimulan la creatividad del hemisferio derecho y potencian su conexión con el izquierdo. Ver, tocar, sentir, oler… Impregnarse con los cinco sentidos en la materia a estudiar.
Robert B Dilts en su libro Aprendizaje Dinámico (1997: 195) comenta como modeló a Powell Janulus que hablaba 42 lenguas y resultó que el sistema que Janulus utilizaba para aprender una lengua era muy distinto a la que se pueda utilizar en cualquier Instituto público. Janulus cuando quería aprender una palabra nueva no la traducía a su lengua materna, sino que la asociaba a movimientos, acciones, objetos y colores vivos. Iba directamente a la lengua de la experiencia, que es precisamente lo que hace un niño.
Igualmente cuando quería aprender la pronunciación correcta de una palabra o frase, en lugar de escuchar atentamente la pronunciación y repetirla como si la hubiese escuchado, Powel Janulus observaba al hablante nativo atentamente y luego se metía en su piel, intentaba reproducir sus expresiones faciales, sus movimientos y gestos y hablaba imitando su entonación, hasta obtener una respuesta positiva del nativo. Entonces memorizaba la sensación que experimentaba al pronunciar aquellas palabras.
Supernotas para tomar apuntes, Mapas conceptuales, MapasMentales, Redes Conceptuales, Mapas Semánticos, Lectura rápida, entre otras, son estrategias para optimizar y retener información. Inténtales sacar partido.
Ensayar, ensayar y practicar. Equivocarse, mejorar y volver a ensayar. La practica es la mejor aliada del aprendizaje, pero siempre ten en cuenta que si “Algo no te funciona, inténtalo de otro modo”.
